Con el crecimiento de las generaciones más jóvenes, cada vez son más las parejas que se decantan por celebrar una boda civil, dejando la religión a un lado. Tanto es así que, en la actualidad un 70% de las bodas pasan por lo civil y sólo un 30% siguen celebrándose en templos religiosos.

Viendo estos datos es innegable que, con el tiempo, las bodas civiles se han impuesto como la opción más popular. Aunque sabemos que la idea de una boda civil puede parecer algo aburrida -una gestión de diez minutos en una habitación de los juzgados municipales -, nada está más lejos de la realidad. Si bien es cierto que la aceptación del matrimonio por lo civil es una gestión más bien discreta y rápida, ello no significa que no deba ser una fiesta como siempre habíais imaginado.

A continuación, te contaremos todo lo que necesitas saber para llevar a cabo tu boda civil y también te daremos algunas ideas para hacer que sea exactamente como habías soñado. ¡Verás que no tiene nada que envidiarle a una boda tradicional religiosa!

Boda civil: trámites a seguir

Antes de nada, debes conocer todos los trámites a seguir para hacer efectivo un matrimonio civil. Te adelantamos que no es nada complicado, es una gestión sencilla si sabes cómo hacerla y si tienes todo lo que necesitas.

El primer paso es hacer la tramitación del expediente matrimonial en una delegación del registro civil, donde os permitirán iniciar los trámites y pedir cita para la celebración de la boda. Para ello, vais a necesitar la siguiente documentación:

  • DNI: original y fotocopia. También puede servir el pasaporte o el carné de residencia. Recordad que estos documentos son personales e intransferibles y que, aunque se trate de una unión, legalmente debéis constar por separado e individualmente.
  • Certificado de empadronamiento. Con este documento se dará constancia de dónde han residido los novios durante los últimos dos años. Podéis solicitarlo en vuestro ayuntamiento o, en caso de haber residido en el extranjero, lo podréis obtener en el consulado del país que corresponda.
  • Certificado de nacimiento. Si no guardáis una copia, podéis solicitarla en el mismo registro civil.
  • Declaración jurada de estado civil de soltería. Este documento también os lo entregarán en el registro civil cuando presentéis vuestra solicitud y documentación. En caso de que uno de los dos novios esté divorciado, será también obligatorio presentar el certificado literal del matrimonio anterior. También cabe la posibilidad de que uno de los dos sea viudo. En tal caso deberéis presentar el certificado literal del matrimonio anterior y el certificado literal de defunción del cónyuge fallecido.
  • Instancia del registro civil. Obtendréis este documento en el registro civil y es la solicitud de matrimonio.

La validación del expediente matrimonial suele tardar unos dos o tres meses en aprobarse, así que recordad iniciar los trámites con el tiempo suficiente. Una vez os hayan aprobado el expediente matrimonial, tendréis permiso para hacer efectiva la unión en la fecha acordada.

Tened en cuenta que los viernes y sábados son los días más solicitados para realizar la firma matrimonial, así que si tenéis una fecha concreta en mente lo mejor es que iniciéis el trámite con la mayor antelación posible, unos tres o cuatro meses antes.

Cuando hayáis llegado a este punto sólo tendréis que esperar a que vuestro expediente quede aprobado. A partir de ese momento, la celebración de vuestro matrimonio queda legalmente autorizada y sólo faltará el último paso: la firma final y la celebración que irá detrás.

la firma final

Guion para una boda civil

Una vez os hayáis encargado de los trámites y tengáis la autorización oficial que permitirá validar vuestro matrimonio, ya podréis empezar a pensar en la forma que queréis que tome vuestra boda civil.

Las bodas religiosas, en su gran mayoría, siguen un protocolo muy marcado, que marca un guion a seguir y unas normas sobre qué es lo más adecuado en cada momento. Una boda civil, en cambio, no está sujeta a ninguna de esas reglas. Es más, puede ser realmente como imaginéis.

Pero a veces tanta libertad puede resultar sofocante, por la cantidad de opciones que se despliegan. No os preocupéis, más abajo os dejamos un ejemplo de guion para una boda civil para que, además de hacer realidad la boda de vuestros sueños, no os olvidéis de ningún paso importante. Antes de entrar en lo que sería propiamente el guion de la boda civil, tenéis que saber que vais a necesitar un maestro de ceremonias y dos testigos, uno para cada parte de la pareja.

El maestro de ceremonias, si os casáis a través de un ayuntamiento, os lo pondrán allí mismo. Suele ser un juez a cargo del Registro Civil o a veces, si se trata de un pueblo pequeño, incluso el alcalde del municipio. También están dotados de la autoridad para realizar matrimonios los notarios y, más curiosamente, los capitanes de barco, aunque estos solo pueden hacer efectivo un matrimonio en alta mar.

En cuanto a los testigos, se podría decir que es casi el único requerimiento protocolario que exigen las bodas civiles. Cada uno de los novios debe traer un testigo y este tendrá varias funciones a lo largo del procedimiento matrimonial.

Habrá ayuntamientos que requerirán la presencia de testigos desde el primer momento, es decir, desde que iniciéis los trámites para abrir vuestro expediente matrimonial. En este caso, la función del testigo no es ninguna otra que dar fe de que el matrimonio se celebrará por amor y por propia voluntad, sin ninguna coacción ni interés ilegítimo.

En caso de que el ayuntamiento por el cual registréis vuestro expediente matrimonial no exija testigos desde el primer momento, entonces los vais a necesitar solamente para el día de la boda. Ellos serán los encargados de poner sus firmas al lado de las vuestras en el acta matrimonial, certificando así que la boda se realizó en las condiciones legítimas para que se haga efectiva.

Además, y a un nivel más simbólico, los testigos de las bodas civiles suelen actuar como damas de honor o como mejor hombre del novio. Su tarea se trata de funciones más detallistas durante el día de la boda, como pronunciar un emotivo discurso, repartir los detalles de boda entre los invitados y, en definitiva, asegurarse de que todo va sobre ruedas para que los novios no tengan que preocuparse de nada, solo de disfrutar de su día especial.

Dicho esto, veamos las fases por las que debe pasar toda boda civil. Insistimos en que el estilo puede ser el que decidáis vosotros, pero hay una serie de momentos que no se deben pasar por alto para que el matrimonio se efectúe.

  • Entrada de los novios. La ceremonia da comienzo en el momento en que el novio entra en la sala, acompañado de su madre o de la madrina. Ambos caminan hasta el altar, donde les espera el oficiante, y aguardan la llegada de la novia. Es el momento en que suena la música de boda, que podéis escoger vosotros mismos y darle vuestro toque personal. La ceremonia da comienzo por completo cuando llega la novia, acompañada de su padre o padrino, y se coloca junto al novio en el altar.
  • Discurso de introducción. Los novios ceden el protagonismo por un momento al oficiante de bodas, la persona que se encargará de dirigir la ceremonia y hacer se cumplan todos los pasos requeridos. Muchas parejas suelen escoger a alguien cercano para este rol, ya sea un amigo o familiar en común de los dos. Alguien que, además de carismático y desenvuelto para hablar en público, sea también resolutivo y con habilidades para guiar a todo el resto de participantes. En este discurso, el oficiante presenta a los novios y cuenta por encima su historia. Está bien nombrar a los padres de cada uno y contar un poco sobre las cosas que les gusta hacer juntos. Una buena forma de acabar el discurso es desear prosperidad a la pareja y anunciar el siguiente paso: la lectura de los artículos civiles.
  • Lectura de los artículos civiles. Los artículos del código civil que hacen referencia al matrimonio civil son los números 66, 67 y 68. Una vez ya se han presentado los novios y todo el mundo está presente, se procede a su lectura. 
    • Artículo 66: "los cónyuges son iguales en derechos y deberes".
    • Artículo 67: "los cónyuges deben respetarse y ayudarse mutuamente y actuar en interés de la familia".
    • Artículo 68: "los cónyuges están obligados a vivir juntos, guardarse fidelidad y socorrerse mutuamente. Deberán, además, compartir las responsabilidades domésticas y el cuidado y atención de ascendientes y descendientes, y de otras personas dependientes a su cargo".
  • Lectura de los votos matrimoniales. Puede que este sea uno de los momentos más emotivos de la ceremonia, cuando los novios declaran su amor e intenciones y se prometen ser comprensivos el uno con el otro para siempre. Tenéis que intentar que, en pocas frases, quede contenido lo que esperáis del matrimonio y lo que sentís por vuestra pareja. No hace falta que sea muy extenso, tenéis toda la vida para ir explicándoos los votos y compartir muchos otros nuevos.
  • Aceptación del matrimonio. Llega el punto culminante de la ceremonia, el momento en que los novios aceptan el matrimonio. Después de que cada uno haya leído sus votos, el oficiante se dirige a uno de ellos y le pregunta si quiere casarse con su conyugue. Es el momento de pronunciar el famoso "sí quiero". Aunque cada vez se hace menos, si queréis podéis completar la aceptación con las tradicionales palabras: "Yo, (nombre), te tomo a ti, (nombre), como esposa/o y prometo serte fiel y cuidar de ti en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida".
  • Intercambio de anillos. Llega ahora el momento más reluciente de la ceremonia. Los novios intercambian sus alianzas, que llevarán por siempre puestas como símbolos de su unión.
  • El beso. Con los anillos ya en los dedos, los novios pueden al fin darse su primer beso de casados y empezar a pensar en la celebración después de la ceremonia.
  • Salida de la ceremonia. Otro de los momentos más fotografiados: la salida de la ceremonia con sus lanzamientos de flores y arroz como símbolo de prosperidad para los recién casados. Una vez fuera y todos reunidos, es momento de ir al banquete y celebrar la unión entre familia y amigos.
la ceremonia

Las bodas simbólicas

Ahora que ya sabes cómo funciona una boda civil, te puedes hacer una idea de su aspecto. Hay algunos maestros de ceremonias que le ponen mucho entusiasmo y también hay salas de casamientos muy bien decoradas, pero por lo general las bodas civiles suelen saber a poco e incluso quedan algo deslucidas.

Es por ello que muchas parejas optan por celebrar una boda simbólica posterior a la boda oficial. Lo que hacen es casarse por el juzgado en una fecha y luego organizan una celebración a su gusto con amigos y familia. El objetivo es principalmente hacer una ceremonia más personal e íntima, pero también es una buena forma de que pueda asistir todo el mundo en el momento de la aceptación del matrimonio, ya que las salas de los juzgados suelen tener una capacidad limitada.

Así pues, los novios escogen a un maestro de ceremonias y siguen todo el proceso que hemos ido explicando en este artículo, aunque sea sólo de forma simbólica. Otras veces, cuando hay confianza o se trata de un pueblo pequeño, puede ser posible que el oficiante se traslade al lugar de la ceremonia y se haga la boda oficial delante de todos los invitados.

¡Curiosidades!

Hay distintos tipos de ceremonias y rituales alternativos para simbolizar una boda después de haber pasado por el juzgado oficial. En primer lugar, mencionaremos la ceremonia de la luz. Se trata de un juego con la luz de las velas: cada novio tiene una vela y, juntos, encienden otra vela más grande, como símbolo de la fuerza de la unión a través del amor y el calor del hogar.
Otro ejemplo es la ceremonia de la plantación, en la que los novios plantan una semilla que crecerá igual que su relación. Por último, es también un ritual muy bello, sobre todo en bodas en la playa, que los novios suelten un farolillo de luz y ven como se aleja juntos.

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